Convivir con una obra de arte: más que decoración
- 4 jun
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 20 jun

Una obra de arte no es solo un cuadro colgado en una pared.
Una obra, cuando nace desde el alma, es una presencia viva. Una compañía sutil que te habla, te cuida, te recuerda quién eres.
Mis acuarelas están hechas desde ese lugar: el deseo de compartir una energía que acompañe, que sostenga, que abrace.
Hay personas que me han dicho que tener una pieza mía en casa les da paz. Que les recuerda respirar, o que simplemente les hace sonreír al pasar. Y eso es un regalo inmenso para mí.
Porque no pinto para llenar espacios. Pinto para conectar corazones. Para crear portales de luz que puedan acompañar a otros, como el arte me ha acompañado a mí.
¿Tienes alguna obra en casa que te hable, que te escuche, que te abrace?




Comentarios